El 29 de octubre se celebra el Día Mundial del ICTUS. El accidente cerebrovascular o ICTUS sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce, privándole de oxígeno y nutrientes esenciales.
Es una de las causas más importantes de incapacidad permanente y la segunda causa de muerte (primera en mujeres). Por ello, es esencial identificar los síntomas que le preceden para ofrecer una atención sanitaria lo más rápido posible.
SÍNTOMAS
Aproximadamente un 30% de las personas que sufren un ICTUS presenta síntomas previos. Las señales que nos tienen que poner en alerta de que la persona puede estar sufriendo un accidente cerebrovascular son:
- Pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo (cara, brazo y pierna del mismo lado).
- Dificultad para hablar.
- Pérdida de sensibilidad u hormigueos en la mitad del cuerpo.
- Dolor de cabeza muy intenso.
- Pérdida de visión brusca.
Si estamos con una persona y empezamos a notar cualquiera de estos síntomas, debemos llamar inmediatamente al 112. La celeridad con que se actúe ante un accidente cerebrovascular va a determinar en gran medida la posibilidad de recuperación de este e incluso, la supervivencia de la persona.
FACTORES DE RIESGO
- Hipertensión arterial.
- Enfermedades cardíacas.
- Diabetes mellitus.
- Aumento del colesterol.
- Consumo de alcohol, tabacos o drogas (anfetaminas, cocaína, etc.).
- Sedentarismo.
- Obesidad.
Dependiendo del área afectada, la gravedad, la intensidad y el tiempo que se tarde en dar la asistencia sanitaria adecuada, las secuelas que pueden quedar en la persona son diversas. Desde hemiplejia, ataxias, dificultades de la marcha, pérdida de movilidad en miembro superior e inferior pasando por afasias, dificultad para hablar, apatía y desmotivación.
Por todo ello, el enfoque del tratamiento rehabilitador debe ser interdisciplinar, trabajando cada área de manera personalizada y valorando a la persona de manera global.
Estefanía Palomares Rodríguez
Terapeuta ocupacional de Kuido Alcalá de Henares