A lo largo de la vida la nutrición juega un papel fundamental en el crecimiento y el desarrollo, en la prevención de las enfermedades y en la recuperación de la salud. Los hábitos alimentarios del adulto de edad avanzada, adquiridos durante las etapas iniciales de su vida, así como sus costumbres actuales, influyen en gran medida en su estado de salud y pueden afectar a las actividades de la vida diaria y a la calidad de vida.
De esta forma, es fundamental poner el foco en el estado nutricional de nuestros mayores ya que, una deficiencia en este sentido, aumenta la susceptibilidad a las posibles agresiones externas y disminuye su capacidad de respuesta y de recuperación.
A continuación, os dejamos una serie de recomendaciones:
- Las dietas deben ser sencillas y de fácil preparación. Los alimentos elegidos han de cocinarse de tal manera que sean fáciles de masticar, deglutir y digerir.
- Comer con moderación. Es aconsejable fraccionar la dieta en cinco o seis comidas diarias (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena). La última comida debe ser ligera.
- Evitar las dietas monótonas, diversificando los alimentos para asegurar la presencia de todos los nutrientes. Todos los días se debe tomar leche o derivados de ella, proteína mediante carne, pescado o huevos, y cereales, vegetales y frutas, evitando las calorías vacías (dulces, salsas…). El menú se debe presentar de forma vistosa y agradable para que estimule el apetito.
- Limitar las grasas y el azúcar porque pueden reducir el aporte de nutrientes esenciales. Moderar la utilización de la sal y estimular la ingesta de agua.
- Moderar el consumo de café y de bebidas excitantes y evitar los refrescos edulcorados o con gas. Las bebidas alcohólicas de menor graduación se pueden tomar con moderación evitando los licores y bebidas de mayor graduación.
- Una alimentación saludable debe procurar el mantenimiento del peso corporal con una dieta alta en carbohidratos, relativamente baja en grasas y con niveles equilibrados de proteínas de buena calidad. También son recomendables alimentos ricos en fibra, en minerales y en vitaminas. Y, aunque no tenga carácter alimentario, es aconsejable, que las personas de edad avanzada, mantengan una actividad física regular, adaptada a su situación.
Raúl Moreno HerradaAuxiliar de Enfermería de Kuido Alcalá de Henares