La vuelta a la rutina después de las vacaciones de verano puede ser complicada para las personas mayores ya que suelen tener sus hábitos diarios muy marcados durante el resto del año. Por ello, tras el desajuste de las vacaciones, es preciso ser paciente e ir poco a poco hasta recuperar por completo sus rutinas.
Recomendaciones
Fragmentar las vacaciones. Para evitar problemas como el insomnio, la irritabilidad, la apatía o el síndrome postvacacional, es aconsejable dividir el descanso en diferentes periodos a lo largo del verano. Generalmente, 15 días son suficientes para lograr desconectar.
Recuperar gradualmente los horarios habituales. Durante los últimos días de vacaciones se recomienda introducir, de manera paulatina, algunas de las actividades rutinarias con el objetivo de controlar la emoción que supone la vuelta a la normalidad.
Realizar actividad física. El deporte aporta muchos beneficios a las personas mayores. Por ello, es conveniente no abandonarlo durante el verano, aunque siendo conscientes de que con las altas temperaturas se debe disminuir la carga de trabajo.
El método ideal es iniciar un suave entrenamiento en circuito, con ejercicios variados que trabajen todos los grandes grupos musculares, y que, a medida que pasen los días, vaya incluyendo algunos minutos de mayor intensidad. Es muy importante que, en las primeras sesiones, se trabajen dos aspectos que afectan especialmente al adulto mayor: la estabilidad, con ejercicios centrados en el equilibrio y la flexibilidad, que ponga a punto tus articulaciones y consiga incrementar, poco a poco, su rango de movimiento.
Termina siempre las sesiones con estiramientos suaves que eviten el “agarrotamiento” de tus músculos, algo habitual cuando se retoma el deporte tras las vacaciones.
José Manuel de la Torre
Fisioterapeuta de Kuido Alcalá de Henares